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Contenido de las unidades curriculares de mandolina en la Universidad Nacional Experimental de las Artes.

Universidad Nacional Experimental de las Artes/Conservatorio de Música Simón Bolívar.

 

Venezuela.

Edwin Arellano nació en Mérida, Venezuela; comenzó sus estudios en la Escuela de Música Ars Nova y es egresado del Instituto Universitario de Estudios Musicales, con doble mención: Ejecución Instrumental Mandolina - Guitarra; es director artístico del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía; forma parte de las agrupaciones Los Sinvergüenzas, Caracas Sincrónica, Agua de Luna, Pepperland y Joropo Jam. Es productor musical de diversos solistas de reconocida trayectoria; comparte su labor docente en la Universidad Nacional Experimental de las Artes y en el Conservatorio Simón Bolívar, cursa estudios en la Maestría de Musicología Latinoamericana de la Universidad Central de Venezuela

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Resumen

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La mandolina ha alcanzado un lugar bastante significativo en el mundo musical venezolano. UNEARTE ofrece la carrera en ejecución instrumental en diferentes especialidades, siendo la única institución universitaria en el país en titular a músicos profesionales en esta área. Este ensayo pretende examinar su malla curricular, para facilitar los conceptos metodológicos y afianzar a la Institución como un recinto donde se imparte una cátedra poco divulgada en el continente americano, solo compartiendo honores con Brasil y Estados Unidos. A tal fin, el presente trabajo se estructura de la siguiente manera: Inicia con un resumen de la mandolina académica en Venezuela, donde se condensan los antecedentes históricos; cómo llega a Venezuela; su importancia y permanencia durante los últimos años en el panorama musical venezolano. Se examina la Cátedra de Mandolina de UNEARTE, con la descripción del objetivo y la justificación que certifica lo necesario de esta investigación. Su segunda parte, toca a profundidad los aspectos relevantes que pretenden dar sustento teórico al proceso de análisis y rectificación. Un estudio crítico que, en vez de transformar el programa de estudio, propone escudriñarlo para sus modificaciones. Seguidamente, una tercera parte donde se expone una Propuesta de Malla Curricular básica para todas sus áreas de concentración, describiendo su proceso y diseño de contenido. Finalmente, en su cuarta parte se presentan dos tópicos correspondientes al sumario de investigación, que facilita el conocimiento del ejecutante. Se exponen las conclusiones y recomendaciones derivadas de esta exploración.

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Palabras clave

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Mandolina UNEARTE Música Raíz Tradicional Sinopsis curricular

CONTENT OF MANDOLIN’S CURRICULAR UNITS AT THE NATIONAL EXPERIMENTAL UNIVERSITY OF THE ARTS.

Abstract

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The mandolin has reached a quite significant place in the Venezuelan musical world; UNEARTE offers a career in instrumental performance in different specialties, being the only one in the country to hold professional musicians in this area. This paper aims to examine its curricular mesh, to facilitate methodological concepts and to strengthen the institution as a venue where a little-known chair is taught in the American continent, only sharing honors with Brazil and the United States. To this purpose, this essay is structured as follows: it begins with summary of the academic mandolin in Venezuelan; where the historical background; how it reaches Venezuela; its importance and permanence in the last years of the Venezuelan music scene are condensed. The UNEARTE Chair of Mandolin is examined, with the description of the objective and the justification that certifies the need for this research. Its second part, touches in depth the relevant aspects that seek to give theoretical support to the process of analysis and rectification. A critical study which, instead of transforming the study program, proposes to scrutinize it for its modifications. Next, a third part where a Basic Curriculum Mesh Proposal for all its areas of concentration is exposed, describing its process and content design. Finally, in its fourth part, two topics corresponding to the investigation summary are presented, which facilitates the knowledge of the performer. The conclusions and recommendations derived from this exploration are presented.

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Key Words

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Mandolin UNEARTE Music Synopsis Curriculum Root Traditional

 

 

 

 

 

Primera Parte

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  • Breves notas sobre la mandolina académica en Venezuela

Desde su posible llegada a suelos venezolanos a mediados de la década de 1800, tal y como nos reseña Benedittis, Vince (2002:239) en su libro Presencia de la música en los relatos de viajeros del siglo XIX, la mandolina es un instrumento que ha desarrollado la característica de acompañar con acordes o melodías, desde serenatas a conciertos con orquesta. Lucas Manzano (1951), cronista caraqueño (citado en Torres 2007:31), comenta que, en el año 1886, se produce en la capital, la fundación de la primera estudiantina en Venezuela, a cargo del músico español Manuel Martin Marrero, director de la Estudiantina Fígaro; y Enrique Stanko Vraz, etnógrafo y naturista, según Benedittis (2002:180) entre 1889 y 1893, exploró los llanos orientales y el Orinoco encontrando evidencia de mandolinas en territorio nacional.

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Todos estos testimonios apoyan la idea formal de que, en efecto, la mandolina fue un instrumento que llegó al continente proveniente de Europa y alcanzó una participación activa en el acontecer musical nacional de ese momento; sin embargo, el instrumento tardaría casi un siglo en obtener un programa universitario para el reconocimiento académico deseado. A finales del siglo XX, exactamente el 3 febrero de 1990[1], es cuando egresa en la primera promoción del Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM), actualmente Universidad Experimental de las Artes (UNEARTE), el primer ejecutante Mandolinista formado en el país, licenciado en ejecución instrumental. Es cinco años antes del primer titulado que se proyecta un programa de estudio pedagógico que estructuraba los elementos que requería el aspirante ejecutante para llegar a ser un profesional.

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En 1989, el Ministerio de Educación, conjuntamente con el desaparecido Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), inicia la tarea de consolidar el Sistema de Formación para las Artes dentro del sistema educativo venezolano, quedando oficializado en la resolución N°1256, del 14/12/89 [2], creando el primer programa de instrumento principal (canto, cuatro, guitarra y mandolina), correspondiente a la 2da y 3ra etapa de los estudios básicos de música, proporcionando a los docentes, la actualización de su labor pedagógica y un nuevo instrumento de orientación metodológica, facilitando el acceso directo a la creación del mundo del arte de la música y a una formación integral. Este documento para estudios de pre-grado, asentaría las bases pedagógicas para que naciera, dos años después en 1994, la primera sinopsis de contenido programático, creada por un mandolinista egresado del IUDEM [3], (Vigente en UNEARTE).

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La Cátedra de Mandolina de UNEARTE es una de las más antiguas de la institución; en sus tres décadas de desarrollo han egresado trece mandolinistas, (6) seis en el IUDEM y (7) siete en UNEARTE. Ha sido dirigida por tres licenciados en la carrera desde 1989 hasta la actualidad. Los intitulados poseen vida artística en diferentes áreas de la ejecución instrumental: concertistas, docentes, compositores, incluso de labor administrativa. Por orden cronológico de egreso:

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  1. Iván Francisco Adler Chacón (1959 – 2002 †). Mandolinista, violista y compositor. Integrante del Grupo Armonía Criolla (1976), fundador de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y Director del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (1981) [4]. Se le considera el pionero del movimiento mandolinístico académico venezolano. Fue docente en el IUDEM a partir de su graduación, en 1989, hasta el 2002, consolidando el pensum de estudio de la Cátedra de Mandolina Clásica. Desarrolló una prestigiosa carrera de intérprete solista, donde abarcó una amplia ejecución del repertorio académico escrito originalmente para el instrumento. Los compositores Blas Emilio Atehortúa (Colombia) y Leopoldo Igarza (Venezuela), le dedicaron sendos conciertos para mandolina y orquesta, los cuales estrenó. Fue galardonado con el 1er. Premio, en el Festival Zupmusik (1990), en Alemania, como mejor intérprete del instrumento, entre los ejecutantes de 42 orquestas del mundo que participaban ese año.

  2. Ángel Luis Piñero (1967). Mandolinista. Ex-integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía. Director de la Escuela Lino Gallardo [5]. Integrante de la Orquesta Típica Nacional. Fue docente de la Cátedra de Mandolina del IUDEM a partir de la desaparición física prematura de Adler. (2002)

  3. Ricardo César Sandoval Núñez (1971). Mandolinista y bandolista. Realiza estudios de maestría en la Musikhochschule de Colonia, con Marga Wilden-Hüsgen y Gertrud Weyhoffen. Es premiado en el concurso internacional de Varazze (Italia, 1998) y Schweinfurt (Alemania, 1999). Künstlerische Reife Prüfung (examen de madurez artística), Hochschule für Musik Köln. (Alemania 2000) [6]. En la actualidad es el más reconocido interprete internacional de la cátedra.

  4. Edwin Gabriel Arellano Marín (1975). Mandolinista, guitarrista y bajista eléctrico. Integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (1993) y actual director desde el 2002. Forma parte de varios ensambles de música venezolana: Los Sinvergüenzas (2000), Movida Acústica Urbana (2008), Joropo Jam (2010), Caracas Sincrónica (2012) Pepperland (2017). Actual docente del Conservatorio Simón Bolívar y del IUDEM (2006). Cursa estudios en la Maestría de Musicología Latinoamericana en la Universidad Central de Venezuela.

  5. Patricia del Carmen Rojas Quiara (1983). Mandolinista y docente. Integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (1997); con esta agrupación tiene varias grabaciones, destacándose como solista en los álbumes 25 años (2006) y Minikoncert (2010). Actualmente imparte clases de música en el Colegio María Montessori, en Santa Fe, Caracas.

  6. Leonardo Alipio Becerra (1984). Mandolinista. Docente en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) y director del proyecto Alma Llanera (Táchira). Se mudó a la ciudad fronteriza de Cúcuta, Colombia e imparte clases en la Academia de Música Pickanto (2019).

  7. David Eleazar Linárez (1974). Mandolinista. Primer egresado del cambio de transición de IUDEM a UNEARTE. Integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (1992) y la Orquesta Típica Nacional (2006). Fue Profesor de la Cátedra de Mandolina de la Escuela de Música Lino Gallardo, hasta su partida para la ciudad de São Paulo, Brasil. (2017). Hasta este, momento todos los egresados de la cátedra son de la mención Solista Sinfónico.

  8. Jorge Alberto Torres Amézquita (1985). Mandolinista. Egresado de UNEARTE en la mención Ejecución Instrumental Mandolina Jazz. Integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (2005), Ensamble Kapicúa (2005), Movida Acústica Urbana (2008), Pepperland (2013) y Mi juguete es canción (2014). Tiene dos producciones discográficas como solista: Estado neutral (2011) y En la cuerda floja (2017); en ambos volúmenes ejecuta una mandolina de 10 cuerdas, construida por el artesano venezolano, Cosme López Garnier. Recientemente dirige por Instagram el ciclo mandolinistas, conversaciones musicales con Jorge Torres. (2020)

  9. Iris Verónica Rojas La Rosa (1989) Mandolinista. Egresada en la mención Solista Sinfónico. Integrante del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (2011), fue coordinadora académica en UNEARTE. Actualmente reside en Quito, Ecuador.

  10. Daniel Eduardo Mata Daboín (1978). Mandolinista egresado de Unearte por la Misión Bárbaro Rivas [7], siendo el primer Técnico Superior Universitario en Música, mención Mandolina – Solista Sinfónico (2018). Un año más tarde, logra su licenciatura en la mención Composición (2019). Anteriormente, Mata ya tenía logros académicos como licenciado en Artes (2004) y en Educación (2012) en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

  11. Pedro Dionicio Marín Martínez (1974). Mandolinista, bandolista, arreglista y compositor. Estudió con los maestros Juan Esteban García e Iván Adler. Integrante de las agrupaciones Multifonía (1993), Pasacalle (1996), Pomarrosa (1999), Caracas Sincrónica (2006). Marín obtiene su título de Licenciado en Ejecución Instrumental, mención: Mandolina Popular, como Cultor por méritos en la Misión Bárbaro Rivas.

  12. Jenny Araque (1995) Mandolinista, Técnico Superior Universitario en Música, mención Mandolina – Solista Sinfónico (Misión Bárbaro Rivas). Integrante del Grupo de Cámara Amadís (2001).

  13. Yolanda Aranguren (1967) Mandolinista y docente. Licenciada en Música, mención: Ejecución Instrumental Mandolina Popular (Misión Bárbaro Rivas). Directora actual de la Estudiantina Universitaria de la UCV (1983) e integrante de la Orquesta Típica Nacional (1992).

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En cuanto a trabajos de investigación (tesis no publicadas), se han realizado aportes importantes a nivel de ejecución instrumental y en otras áreas afines, como: musicología, composición y educación musical: Semiótica del plectro, de Edwin Arellano (2006); Material de apoyo dirigido a la iniciación en la mandolina en contexto de practica grupal a partir de un marco referencial, de Leonardo Becerra (2007); Uso del plectro, técnica de ejecución del trémolo en la mandolina, elaborada en conjunto por Patricia Rojas y David Linárez (2007); Transcripción y catálogo de 56 piezas populares inéditas del maestro Iván Adler, por Jorge Torres (2013); Iván Adler en su primera etapa como compositor de piezas populares venezolanas, de Iris Verónica Rojas (2014).

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Así mismo, es importante hacer notar el trabajo de otros investigadores que, egresados de otras casas universitarias, han contribuido en la parte académica al estudio de la mandolina en Venezuela. Tal es el caso de la licenciada en Artes Ana  María Fernández: Estudio de la Mandolina Clásica en Venezuela (UCV, 1992); el  magister scientiarum Eleazar Torres: Las estudiantinas venezolanas (UCV, 2000) y La  Estudiantina de los Teques (UCV, 2006); el licenciado en Artes y musicólogo Jamshid Miguel Porras Becerra: Raíces de Venezuela, treinta años de una nueva música  popular venezolana (ULA [8], 2005); El nuevo sonido de Venezuela. Consideraciones  sobre la música popular instrumental venezolana a partir de 1970 (ULA, 2011),  Venezuela 4, Grupo Raíces de Venezuela y El Cuarteto, piezas fundamentales para el  cambio estético de la música instrumental de raíz tradicional venezolana a partir de los  años 70 (RMV [9] , 2016); el musicólogo Tonny Leibnitz Ruda Altuve: Estudio del  movimiento del plectro basado en las células rítmicas de los géneros venezolanos  (UNICA [10] , 2010) y su tesis de especialización en Composición intitulada: Suite  Concertante (UNICA, 2017); por último y no menos importante, la licenciada en Música  Laura Yesiret Ramírez Chacón: Influencia de la técnica de la mandolina académica del  Maestro Iván Adler en la música de raíz tradicional venezolana (UNET [11] , 2017).

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De la mandolina académica a lo tradicional y popular.

En nuestro país, la mandolina forma parte de los instrumentos populares, razón  por la cual el número de cultores es mayor que en cualquier otro campo, debido a su  fácil acceso y uso constante en casi todo el territorio nacional. Cristóbal Soto (1983) [12],  explica que la mandolina venezolana, dependiendo de la zona donde se encuentre,  experimenta cambios. La técnica de ejecución, la púa utilizada y el repertorio, son  algunas de las variantes que presenta este instrumento según su ubicación geográfica. Al referirse a esto plantea lo siguiente: en Los Andes, es muy variado el desempeño técnico de la mano derecha; la uña que utilizan normalmente es blanda y se toca un repertorio donde abundan valses, bambucos, pasillos de influencia colombiana – ecuatoriana, y canciones. En Lara y Yaracuy, se emplea mucho el recurso del trémolo  para la ejecución de valses, danzas, contradanzas, polkas, fandanguillos y merengues  que, por lo general, son tocados por instrumentistas con un sonido de mandolina  brillante apoyados en el uso de púas suaves. En el oriente del país la mandolina  adquiere gran importancia, ya que su presencia instrumental y sonora es fundamental,  obligatoria para el quehacer musical de esta zona. Así como en los llanos venezolanos  el arpa y la bandola son indispensables a la hora de ejecutar joropos y pasajes, el uso  de la mandolina con plectros de alta tensión en el oriente, se evidencia en géneros  emblemáticos como: joropo oriental, golpe de arpa y estribillo oriental, malagueña,  jotas, fulías, puntos, polo, merengues, aguinaldos, entre otros. 

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    Por su parte, Salazar (2000:114) comenta:

                 En el estado Sucre, a través de la ejecución virtuosa de joropos orientales, se consolidó una  escuela que      permite catalogar a más de 300 mandolinistas, donde al menos 30 son, o fueron de  altísimo nivel. Personalidades  como Daniel Mayz, Domingo Natera, Cruz Quinal, Juan Silva y  Remigio Fuentes son referencia obligada de la mandolina en el oriente del país.

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En este punto hay que hacer un comentario especial, breve y acertado; considerado el rey del bandolín, Cruz Alejandro Quinal, nació el 3 de mayo de 1934 en el estado Sucre; fue un gran destacado intérprete del género oriental. Constructor de  cuatros, guitarras, bandolas y especialmente del bandolín morocho, su obra maestra  (mandolina de doble mástil). Este nombre no es sólo el de este instrumento, sino  también del tema más importante de su inventario musical. Cruz fallece el 17 de julio de 1987 en la población de San Lorenzo, a la edad de 53 años, en el momento más  productivo de su autodidacta carrera como artesano, músico y compositor.

Retomando el tema, hay que hacer referencia a la labor de Pedro Oropeza  Volcán, en el estado Aragua, quien dejó un importante legado mandolinístico de  interpretación en ejecución de joropos centrales y merengues tradicionales. En Lara, el  maestro Antonio Carrillo, ejecutante de valses tradicionales y cuyo estilo muy particular heredaron músicos como Juancho Lucena y Ricardo Mendoza. En Margarita, Alberto Valderrama Patiño se hace presente como intérprete, docente y promotor cultural de  agrupaciones, entre ellas, la Orquesta Típica de Nueva Esparta. 

 

Algunos de los mencionados maestros, se han formado como ejecutantes de la  mandolina de manera autodidacta. Al respecto, Fernández (1992:55) expresa:

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                En Venezuela, al igual que en otros países, los mandolinistas destacados se han formado, en un  principio, autodidácticamente: Isaac Hernández, Cristóbal Soto, Saúl Vera, Alberto Valderrama.  Ellos han hecho escuela en la enseñanza de la mandolina en diferentes niveles.

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Caracas no escapa de este fenómeno y, de igual manera, ha sido cuna de importantes músicos intérpretes de formación empírica, no sólo en el ámbito popular  sino también en el académico. En este sentido, Iván Adler, músico de sólida formación,  pero autodidacta de la mandolina, crea por primera vez en Venezuela, a mediados de la  década de los setenta, dos cátedras de mandolina; la primera, en la Escuela de Música Lino Gallardo, en ese entonces dirigida por el guitarrista Manuel Enrique Pérez Díaz [13]  y  la segunda, en la Escuela de Música Pablo Castellanos, encabezada por el compositor  y guitarrista Leopoldo Igarza.  

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Si examinamos de nuevo la bibliografía descrita por Fernández sobre Adler, en la  Enciclopedia de la música en Venezuela (1998, Tomo I: 17) se encuentra: "En 1976  funda la agrupación Armonía Criolla, quinteto de cuerdas de música instrumental  venezolana…", asímismo, en el segundo tomo de la misma enciclopedia, aparece una  reseña del Quinteto de Cuerdas Armonía Criolla, donde la escritora comenta:

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           Esta agrupación se conforma, en octubre de 1976, con el fin de ejecutar la música venezolana  con un estilo innovador, tanto técnica como interpretativamente. Durante su existencia (1976 – 1985) su misión fue llevar el mensaje de rescate y valores nacionalistas venezolanos. El quinteto  estuvo integrado por su fundador y director Iván Adler, José Largo Baraya en las mandolinas,  Juan José Cobeña en el cuatro, Nelson Torres en la guitarra y José Díaz en el contrabajo. (…) En 1979 obtienen, tanto del público como de la crítica, un gran éxito, al grabar su disco con el sello  C.B.S. Columbia, con el cual imponen en primeros lugares de radio y a nivel de ventas su tema Armonía Criolla del compositor Luis Laguna, dedicado a la agrupación. En 1984 graban a nivel  privado otro disco, alternando con la mezzosoprano venezolana Morella Muñoz, resaltando  algunas melodías tradicionales venezolanas. Esta agrupación culmina en 1986, para darle paso al  Grupo Instrumental de Cámara Multifonía, que contribuye no solo a la difusión de la música  venezolana sino también a la música universal. (Fernández en Peñín, J. Guido, W. 1998, Tomo II: 493)   

 

Continuando, en la bibliografía que describe Torres (2007: 68) sobre Iván Adler  comenta:

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         Integra la Rondalla de la Hermandad Gallega, la Estudiantina Universitaria de la UCV y la  Orquesta Típica de Los Teques. Anterior a este comentario, (Torres 2007:59) realiza una  descripción del Grupo Instrumental de Cámara Multifonía (1981): “Esta agrupación se dedica a  difundir, principalmente, el repertorio creado por compositores académicos, aunque es frecuente ver en sus programas arreglos de música popular venezolana, algunos de ellos cedidos por la  Estudiantina Universitaria de la UCV”

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Hay que hacer énfasis en la labor de la Estudiantina Universitaria de la  Universidad Central de Venezuela; desde su fundación en 1959, es una agrupación  reconocida y emblemática; tiene como meta principal la difusión de la música popular y  tradicional de Venezuela, respetando su esencia melódica, rítmica y armónica, aspectos  sabiamente trabajados por los arreglistas con los cuales cuenta la agrupación. (Torres  2007:49) 

Se podría explicar que Adler con estos antecedentes tenía un gran acercamiento y conocimiento de la música instrumental popular de raíz tradicional [14] . No en vano, con  el transcurrir de los años, fue cambiando su perfil hacia el desarrollo técnico de su  nueva escuela mandolinística y optó (entre otras cosas) por ser un ejecutante – docente, dedicado a su única hija idílica: Multifonía.

 

De Multifonía y sus clases de mandolina en las escuelas de música del estado:  Pablo Castellanos, Lino Gallardo, José Reyna, Conservatorio Juan José Landaeta,  Conservatorio Simón Bolívar, surgen ejecutantes con un alto nivel técnico. Muchos de  ellos no culminan la carrera en estas instituciones, pero terminan ejerciendo carreras afines y alternas; otros, en docencia del instrumento; algunos, como cultores y otros, como instrumentistas de diversas agrupaciones que en la actualidad hacen carrera  profesional como ejecutantes.

 

Adler fue un docente estricto y formal, que desarrolló su técnica y método de  estudio académico del instrumento, gracias a su experiencia con el Sistema de  Orquestas del maestro José Antonio Abreu; aunque sus resultados docentes, a nivel  superior no fueron los que él esperaba, solo graduó dos ejecutantes en todos esos  años. Sería en las generaciones consecuentes, y sobre todo en la música popular  instrumental de raíz tradicional, donde se va a observar verdaderamente su trabajo e  influencia sobre los mandolinistas venezolanos.

 

Música popular instrumental de raíz tradicional en Venezuela.

A mediados de la década del setenta, el maestro José Antonio Abreu logra reunir  un grupo de estudiantes de la escuela José Ángel Lamas, para desarrollar sus prácticas  musicales, conformando así, la primera Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de  Venezuela, que debutó el 30 de abril de 1975, obteniendo figura legal el 12 de febrero  de ese mismo año, instituyendo el exitoso camino de la Fundación Musical Simón Bolívar, órgano rector del Sistema Nacional de Orquestas y Coros juveniles e infantiles  de Venezuela adscrito en la actualidad al Ministerio del Poder Popular del Despacho de  la Presidencia [15].

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Paralelamente y guardando las distancias, agrupaciones como Venezuela 4 (1973), Los Anauco (1976), Raíces de Venezuela (1976), Armonía Criolla (1976), El  Cuarteto (1979), Ensamble Gurrufío (1984), Saúl Vera y su ensamble (1986); rediseñan  el mapa musical venezolano, desplegando una música compleja desde el punto de vista  armónico - melódico y con un gran virtuosismo de los ejecutantes en sus  interpretaciones. Los mandolinistas Eliezer Guzmán, Cristóbal Soto, Orlando Moret, David Medina (†) e Iván Adler (†); los flautistas José Antonio Naranjo y Luis Julio Toro;  los guitarristas Luis Laguna (†), Domingo Moret (†), Miguel Delgado Estévez y Aquiles  Báez; los cuatristas Roberto Todd (†), Rómulo García, Raúl Delgado Estévez (†), Pablo  Camacaro y Asdrúbal “Cheo” Hurtado; el bandolista Saúl Vera; los contrabajistas Pedro (†) y Telésforo Naranjo, Héctor Valero, David Peña, entre muchos otros; consolidan un  movimiento que, cuatro décadas después, superaría las barreras entre la  conceptualización de la música académica y la música tradicional venezolana, creando  una nueva percepción del ensamble instrumental, que cada día crece y se hace más  fuerte en todo el territorio nacional. Actualmente, existe una gran cantidad de  ensambles que confirman este desarrollo: Ensamble 4, Onkora, Armonías de  Venezuela, Opus 4, Pabellón sin Baranda, Ensamble Miquirebo, Arcano, Caracas  Sincrónica, Huáscar Barradas y su Ensamble Maracaibo, Recoveco, Grupo Carey, La  Cuadra Venezolana, Catako, Mixtura, Los Sinvergüenzas, Ensamble Orinoco,  Ensamble Kapicúa, Ensamble Trabadeos, Kitimba, Encayapa, C4 Trío, Ensamble  Claroscuro, Sonidos de Venezuela, Ensamble Morichal, Grupo Araya, Shapori,  Ensamble 4B, Guasaka 4, El Quinteto menos 1, Ensamble Kariña, Lexestet, Zuhe, entre  otros. Para lograr el acercamiento a los medios masivos y la captación del público,  incluso de las nuevas generaciones de músicos, han instituido colectivos, como es el  caso de la Movida Acústica Urbana (2008), La Cantera (2008), Joropo Jam (2010), Mérida Suena (2012), Andes Sonoros (2015), Ciudad Canción (2018), fortaleciendo el  conocimiento de la música instrumental venezolana.

 

Todas estas agrupaciones basan su experiencia en el reconocimiento de las  generaciones anteriores. A nivel de composición musical, se han reforzado esquemas  estilísticos de maestros como Luis Laguna, Pablo Camacaro, Henry Martínez, Raúl y  Miguel Delgado Estévez, Héctor Valero, Aquiles Báez y otros más, quienes plasman  sus ideas en géneros de raíz tradicional, permitiéndole al oyente disfrutar, de una  manera particular, los sonidos de nuestras generaciones precedentes. Otro fenómeno importante es el músico multi-instrumentista. Siendo formatos de conjuntos pequeños,  los ensambles trataban de utilizar variados matices o colores musicales, para  diversificar su expresión musical: Domingo Moret (†) (flauta, mandola y guitarra), Raúl  Delgado Estévez (†) (tiple, guitarra y cuatro), Saúl Vera (mandolina y bandola llanera),  David Peña (contrabajo y guitarra), Cheo Hurtado (bandola guayanesa, tres, guitarra y  cuatro), Aquiles Báez (cuatro y guitarra), son algunos de estos ejemplos.

 

Con el pasar de los años, la profesionalización de los ejecutantes venezolanos  ha sido abrumadora. Las academias de instrumentos, conservatorios, intérpretes de las  orquestas, tienen la necesidad de consolidar y diversificar, en todos los sentidos, lo que  está coexistiendo en la nación. La exportación de directores, instrumentistas; el auge de  las orquestas infantiles y juveniles, son el reflejo de una Venezuela, que se hace sentir  en el mundo a través de la música.

 

La nueva generación de músicos nativos está muy bien representada,  asegurando por muchos años la permanencia de un buen nivel de ejecutantes  musicales:

 

Mandolina:  Richard Montilla, Ricardo Sandoval, Pedro Marín, Jesús Rengel, Mao  Fermín, Estelio Padilla, Giovanni Sciortino, Tonny Ruda, Jorge Torres, Enrique  Márquez, Laura Ramírez, William Hernández, Lester Paredes, Enmanuelle  Araque, Andrés Palmar, Leonardo Cardoso, Miguel Arturo García, Rossmery  Rangel, Dora Chávez, Michael Arellano. 

 

La cátedra de mandolina de UNEARTE, única en el país para optar por ese título, ha servido de enlace y ejemplo de otras instituciones tales como; la Universidad de Los  Andes (ULA), Universidad Experimental del Táchira (UNET), Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA) en Occidente; La Universidad de Oriente (UDO), donde  estudiantes universitarios que cursan en otras menciones (artes, musicología,  educación) se trasladan a la capital para solicitar asesoramiento e instrucción  académica del instrumento.

 

Estas breves notas sobre la mandolina académica y tradicional en Venezuela,  basada en los sucesos más notorios de los últimos cincuenta años, nos hacen considerar que UNEARTE representa una gran alternativa para que los estudiantes se  formen como intérpretes de la música. Por último, se presentan estas reflexiones y  análisis para el abordaje de las unidades curriculares básicas específicas del área de  Mandolina (I al IV), contempladas en su malla curricular, siendo objeto de observación y crítica, evaluando la preocupación del intérprete comunicativo (ejecutante) y su  incidencia sobre los Programas Nacionales de Formación, como conocimiento  educativo, sobre todo en la primera etapa instructiva del intérprete; cumpliendo así los  principios sobre los que se basan los PNF: especialidad, integralidad, movilidad,  flexibilidad, actualización de tecnologías, intensificando de manera eficiente los ejes  transversales de formación.

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Malla Curricular básica

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edwinarellano@gmail.com

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[2] Artículo 17. Ley de Publicaciones Oficiales del Ministerio de Educación, República de Venezuela.

[3] Bottome Boulton, Bolivia (1994) Constancia (Original). Archivo personal

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[4] Peñín, José y Walter Guido. (1998). Enciclopedia de la música en Venezuela. Fundación Bigott. Caracas. (Tomo I, Pag.17)

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[5] Peñín, José y Walter Guido. (1998). Enciclopedia de la música en Venezuela. Fundación Bigott. Caracas. (Tomo II, Pag.422).

[12]  Soto, C., (1983, noviembre - diciembre). Taller de mandolina. Fundación Bigott. Caracas Venezuela. (s. n. p.)

[13] Bruzual, A., (2001). Manuel Enrique Pérez Díaz. Ensayo biográfico. Universidad de Carabobo. Valencia Venezuela. (Pag.83).

[14] Ramón y Rivera, Luis Felipe. (1976) La música popular de Venezuela. Ernesto Armitano, Editor. Caracas. Venezuela.  Pág. 9.

[1] Adler Chacón, Iván Francisco. (1990). Titulo Lic. en Música (Original). Archivo Personal

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