....El hecho de que estos cuatro músicos se reunieran para disfrutar y hacernos disfrutar la música Venezolana!......y ustedes se preguntarán el porqué de esa sola sorpresa, pues resulta que la música que provenga de cada uno de ellos no puedo sonar mal, no puede ser mal interpretada, no puede ser fisuras ni estar divorsiada del "proceso" o movimiento que se este generando en la música venezolana, no puede ser irrespetada, no están ausentes valores estéticos-musicales, al contrario, ellos tienen que sonar bien , ellos nos hacen sentir todo el hermoso universo de la música venezolana bien concebida y tratada.

   Mi admiración y respeto hacia ellos, se reafirma, porque la limpieza de ejecución de Giovanni Sciortino con la mandolina, la justeza ritmica de Rafael con el cuatro y el talento y la magía de Gustavo Carucí y Gustavo Figarella al unirse para este trabajo, nos demuestran que sí es posible seguir escuchando buena música, que sí posible la continuación del proceso, que sí es posible construir un país mejor gracias a la MADRE MÚSICA.

                                                                                               Salud, amigos    Miguel Delago Estévez    febrero de 2001